Manu Chao Mexico
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MANO NEGRA
CASA BABYLON; Un disco excepcionalmente rítmico, crítico y satírico.
Fuente:Revista CONECTE (México).
Agosto de 1994, No. 664
Paginas 1-3.

Hace dieciocho meses, MANO NEGRA pensaba que ya no podía ir más lejos. El álbum en vivo "In The Hell of Patchinko", con las propias palabras de Manu Chao, el líder de la banda, iba a ser la culminación de una carrera de cinco años que había ido de cima a cima. Pronto circularon rumores de que MANO NEGRA se había disuelto. La puesta a la venta de "Casa Babylon", el espléndido cuarto álbum de estudio de la banda, basta para demostrar que nunca se debe hacer caso a los rumores. Manu Chao había declarado únicamente que MANO NEGRA ya nunca volvería a ser la misma después de pasar por meses y meses de viaje por todo el mundo, y en particular sus incursiones en las partes más profundas de Sudamérica. Tenía razón.

MANO NEGRA ha superado con mucho sus expectativas. La banda aparentemente sin límites con una imagen antigua casi se restringió en su ámbito, comparado con el espectro musical absolutamente loco que MANO NEGRA abarca hoy con "Casa Babylon". Antes siquiera de ser una banda, MANO NEGRA era un concepto. El de un grupo de amigos y músicos que compartían una misma visión genuina de la aventura musical, abierta a todas las culturas y estilos, que permanecía firmemente apartada de la aptitud similar a la de un vampiro imperialista que había sido adoptada por muchas estrellas del pop occidentales, interesándose por el Tercer Mundo. Algunos de los miembros originales de la banda se separaron, otros se unieron. MANO NEGRA es todavía, desde hace siete años, tan leal como siempre a sus intenciones iniciales. Manu Chao tiene todas las razones para estar orgulloso de sí mismo: continúa siendo el líder de la banda independiente de rock and roll más grande de Francia y quizás incluso del mundo. El haber firmado por Virgin Records no ha afectado en lo más mínimo los ideales alternativos con los que comenzó.

En la mitad de los ochenta, Manu Chao, un francés nacido de padres españoles, se ganó la fama para sí mismo como líder de Le Hot Pants, el primer conjunto de rockabilly con influencia de los ritmos indie y de los blues. Junto con Les Garcons Bouchers, Beruriers Noirs y Los Carayos (en los que Chao también tocaba), la banda era el núcleo de la floreciente escena independiente de Francia. Brotaron auditorios alternativos por todos sitios (bares, viviendas ocupadas y fábricas abandonadas), se crearon marcas discográficas y, sobre todo, apareció una audiencia completamente nueva: finalmente había fans del rock en Francia que estaban más interesados en la cruda música nacional que en la americana que las radios de FM les hacían tragar siempre.

Hacia 1987, Le Hot Pants se habían quemado. Manu Chao, con la ayuda de su primo y del batería de Hot Pants, Santi Caseriego, decidió que había llegado la hora de formar la banda de sus sueños: una máquina de baile multicultural de siete miembros que abarcaría cualquier estilo de música que les apeteciera tocar. La definitiva banda con raíces. Rockabilly, reggae, rap, ska, salsa, flamenco, rai, ningún ritmo parecería forzado para Manu y sus músicos. Junto con Chao en la guitarra y como cantante y Santi en los tambores. Tonio, el hermano de Manu, en la trompeta, Philippe Teboul en la percusión, Thomas Darnal en el teclado, Daniel Jamet en la guitarra y Jo Dahan en el bajo se aseguraron de cada una de las culturas de sus padres (francesa, española, norteafricana...) encontraba su camino dentro del sonido de MANO NEGRA. El sonido era una pachanga cristianizada, que deriva de un término español para denotar a la música popular de baile.


En cuestión de meses y gracias a su persistencia, MANO NEGRA grabó el primer gran disco nacional indie de éxito de Francia, la viva canción flamenca en Español, Mala Vida. MANO NEGRA llevaba apenas un año de existencia cuando las principales compañías les rogaban que firmaran con ellos. Virgin Records tuvo suerte. MANO NEGRA firmó un contrato que les preservó completamente su libertad artística y el control sobre su producción.

Para cuando se comercializó el segundo álbum de la banda, "Puta´s Fever", en otoño de 1989, MANO NEGRA ya se había hecho famosa mucho más allá de las fronteras de Francia. Escandinavia, Holanda, España, Italia. Todos sucumbieron al emocionante conjunto. Cuando las ventas de "Puta´s Fever" superaron los 350.000 álbumes en Francia, además de otros 200.000 en todo el mundo, MANO NEGRA tocaba frecuentemente con lleno total en los recintos en Sudamérica, realizando giras por los Estados Unidos en apoyo a Iggy Pop e incluso consiguiendo la difícil hazaña para un grupo francés de triunfar dos veces en el London´s Town and Country Club.

El siguiente LP, "King of Bongo", con su sonido más fuerte influenciado por la decepción de romper en América en sus propios términos, resultó tan exitoso como su predecesor. Dándole la espalda a los Estados Unidos MANO NEGRA decidió concentrarse en Sudamérica. En la primavera de 1992 la banda se embarco en el proyecto Cargo junto con la compañía de teatro Royal de Luxe. Cargo era una nave enorme que le reconvirtió en un barco para actuaciones futurista y salvaje. Cargo navegó a todos los puertos mas importantes de Sudamérica, de Río a Buenos Aires, de Bogotá a Caracas. Tocando para unas masas extasiadas que miraban instantáneamente a sus corazones. Se convirtió para Manu y sus compañeros en la gran experiencia de sus vidas. Durante meses MANO NEGRA se dedicó a huir de las recepciones oficiales y de los hoteles lujosos, tratando siempre de acercarse lo más posible a la vida real. Exploraron todas las callejuelas, se mezclaron con los músicos del lugar, fundiéndose con el paisaje. En México se les consideraba como una banda nacional. En Cuba los hermanos Chao encontraron los rastros de su abuelo, que vivía allí. En una palabra, MANO NEGRA había encontrado su segunda casa. Pero la energía de la gente del lugar, a pesar de la absoluta miseria en la que vivían, sólo le proporcionó a Manu otro motivo para continuar su cruzada en Francia para luchar contra las restricciones habituales del superestrellato.

Aunque MANO NEGRA se hubiera podido contentar fácilmente con llenar enormes auditorios y azotar con camisetas que no tienen precio a los fans ingenuos, ha seguido actuando hasta ahora en los suburbios franceses más desolados e ignorados, de forma gratuita o con precios populares. Para algunos de los miembros de la banda, seis años de éxito y de giras constantes ha sido demasiado. Tonio ha regresado a su pasión original, la mecánica, aunque todavia siempre está deseoso y dispuesto a echar una mano cuando la banda lo necesita. MANO NEGRA se ha expandido, ha evolucionado. Manu Chao comparte ahora la parte vocal con Fidel, un cantante extraordinario que conoció en Argentina.

El invierno pasado, en medio de la grabación de "Casa Babylon", MANO NEGRA regresó a Sudamérica en un fascinante viaje por ferrocarril a las zonas más remotas de Colombia. De nuevo la banda tocó en lugares donde ninguna otra persona se había atrevido antes. Además de los incontables nuevos recuerdos y amigos con los que regresarón de esta úlima expedición, también se trajerón a un niño de diez años, Jonder, que había estado viviendo solo en las calles durante los últimos tres años. Su voz y su increíble forma de bailar son ahora uno de los puntos principales de las actuaciones de MANO NEGRA.

Después de conocer las vivencias de Manu y su grupo durante este último par de años, sorprenderse al oír por primera vez "Casa Babylon". ¿Cómo no iba a sonar como una película de viajes? Los quince temas de "Casa Babylon" se persiguen unos a otros en una furia rítmica secuencial que simplemente deja sin aliento. Con unos modelos de tambores y de percusión más ricos que nunca, a los que se añade una recién descubierta variedad de maravillosas voces y melodías, el sonido de MANO NEGRA se ha expandido mucho más allá de lo que se esperaba. Desde el pegadizo himno de rap metálico dedicado al dios del futbol Maradona: "Santa Maradona", hasta el corte irresistible de reggae latino de "Señor Matanza", la música de MANO NEGRA se ha liberado definitivamente de su sonido del pasado, que algunas veces era demasiado compacto, para dar entrada al aire y a la sensualidad que siempre hicieron de la salsa, el mambo o el merengue los mejores ritmos de baile del planeta. MANO NEGRA es probablemente hoy la banda que está más cercana a obtener la fusión, sin haber caído nunca en la farragosidad y falta de sensibilidad que este término generalmente implica.

Casa Babylon nos ofrece el sonido de una banda que no es únicamente demasiado consciente del lamentable estado del mundo (Babylon) en el que vivimos, si no que se mantiene decidida a actuar de forma positiva, dado que desafortunadamente, y ya sea para lo bueno o para lo malo, continúa siendo nuestra casa. Así que ¿por qué no comenzar a pensar y a bailar de forma positiva con MANO NEGRA?

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