Manu Chao Mexico
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MANO NEGRA En vivo en el Toreo, Mexico
MANO NEGRA, ¡Ritmo, energía y versatilidad!
Por: José Luis PLUMA
Para la revista CONECTE (México D.F. Junio de 1992, No, 611)

Mano Negra, un octeto de músicos hijos de emigrantes españoles asentados en Francia, ya habían actuado en nuestro país como parte del Festival Cervantino. Debido a su éxito, el equipo del L.U.C.C. (comandado por los señores Barajas) y bajo el apoyo de la institución Programa Cultural Para Jóvenes, era lógico contratarlos nuevamente. Así que, debido a que el culto de seguidores ha crecido, se programaron varias presentaciones de las cuales se llevaron a cabo la del mismo L.U.C.C. (que por cierto se convirtió a beneficio de los damnificados del desastre de Guadalajara), el de Ojo de Agua (que estuvo más o menos bien) y el de El Toreo (tocada que resultó un buen éxito).

Hay que destacar que Mano Negra fue descubierto en el subterráneo. por la gente de nuevas alternativas en la música, no por la publicidad de ninguna compañía grabadora. Desde su surgimiento, en marzo de 1988, a iniciativa de su líder el compositor, guitarrista y vocalista Manu Chao, sus discos se han buscado por mar y tierra y afortunadamente empiezan a ser localizados. Ellos llevan cuatro producciones a la fecha que son: "Patchanka", "Puta's Fever", "King of Bongo" y "Amerika Perdida".

Y, bueno, echarse a cuestas un evento en El Toreo con Mano Negra, Maldita Vecindad, Café Tacuba, La Lupita y Casino, no es cualquier cosa. Está la cuestión de publicidad, prensa, sonorización, iluminación, seguridad, horarios, atención a los músicos, etc. Así que de entrada, surge mucha responsabilidad, aún bajo cualquier resultado.

Total, la llegada ese 1° de mayo a El Toreo de Cuatro Caminos, se llevó a cabo entre viento y llovizna leve. Muchos chavos afuera, formados para entrar, y para adquirir boletos. El vestido negro y los pelos largos abundaban. Clase media alta. Los boletos de 80, 60 y 40 mil pesos se vendían por igual. Al final el coso reuniría cerca de ocho mil chavos.

Tendríamos una sesión de música netamente rítmica a juzgar por el cartel, y ciertamente, sentíamos que eran demasiados grupos para tal ocasión. Tres de ellos hubieran bastado: primero, para no cansar a la gente; segundo, para que fuera un evento continuo; tercero, para finalizar el concierto a buena hora. Recordemos que no es lo mismo un reventón de club a un reventón de concierto. En fin, el rollo estaba ya hecho.





CONCIERTO DEDICADO A LOS DAMNIFICADOS DE GUADALAJARA Y JOSE BARAJAS

Poco después de las seis de la tarde, hora anunciada en la publicidad, los organizadores salían a dar la bienvenida a la gente. "El concierto se dedica a los damnificados de Guadalajara y a José Barajas quien luchó mucho por este tipo de eventos". Se pidió un minuto de silencio por el fallecimiento de José Barajas. Inmediatamente sale la bandera nacional. Gritos y vítores.

CASINO: EMPIEZA EL JUEGO, SEÑORES

Un grupo novel que poco a poco ha ido participando en la escena del rock nacional. Debido a esto, poca gente los conoce, y su actuación fue muy tibia, a pesar de los kilos que le echaron.

Su música no está mal y el grupo muestra calidad interpretativa. Definitivamente tienen que editar disco y cuidar sus relaciones públicas. Tocaron media hora ante un sistema de sonido bueno, pero mal manejado, ya que jamás se entendiá la voz del vocalista/saxofonista, quien dio más brincos que un chapulín. Sistema de luces excelentes.

LA LUPITA: SALIO CON MINIFALDA

Otro quinteto novel con un poco más de nombre, aunque también sin ninguna producción a la venta. Sin embargo de entrada prendieron. Rolas como El Ombligo de la Luna, El Camello, La Paquita, El Güero, Camelia la Texana (Contrabando)y Qué estás Haciendo, iniciaron el slam y el stage diving (saltos desde el escenario), que fue lo que divirtió a mucha gente. El sonido muy regular, debido también a la pésima acústica del lugar, las luces, muy buenas. También ondearon la bandera mexicana y el vocalista se echo un clavado entre la audiencia.

CAFE TACUBA

En cuanto aparecieron en escena -todos vestidos de blanco-, los chavos se les entregaron. Manu, de Mano Negra, a un lado del escenario, observando todo el movimiento. Los Cafés le echaron ganas y tocaron desde temas como Rarotonga, pasando por El Catrín y María, hasta estrenar un tema llamado Ingrata. Rubén, el vocalista, se tiró entre la gente, le quitaron el turbante (o quién sabe que traía en la cabeza), y luego se deshizo de su camisa (dejando al descubierto un gran tatuaje). El grupo se la partió y Rubén reiteró su posición frente a la conquista española, como el año pasado.


MANO NEGRA:
LA PACHANGA Y LA PUTA FIEBRE

Seguía Maldita Vecindad y se acomodaban los instrumentos para ello. Pasaba el tiempo y Pacho, el baterista, no aparecía, así que para que la gente no aventara cosas y quemara más papeles, decidieron echar a Mano Negra por delante. A Maldita la disculparon diciendo que cedía su tiempo a Mano Negra. Pero, eso no se hace, falta profesionalismo. ¿Qué pasó?

Total, una hora perdida. Pero salieron los hispano-franceses a dar lo suyo. El prendidón fue instantáneo, y si bien el sonido no mejoró, sí hubo más volumen, que al unísono con las luces, creó un gran ambiente. Todo el personal meneándose. En el grupo todos bailando, cantando y tocando. La atracción de ellos radica en sus voces. ¡Son un rugido!





Canciones de sus cuatro discos, las cuales mezclan reggae, rockabilly, Rai, Rap y un poco de salsa. Música para bailar. Sostienen su actuación a base de energía bien empleada (y sino, pregúntenle al trombonista). Está por demás decirles que la gente había pagado su boleto principalmente por Mano Negra. Bueno...

El cansancio, el frío y el hambre, ya no nos permitieron permanecer a la actuación de Maldita, pero, realmente fue su retraso, su cuelgue, su falta de profesionalismo y ni modo. En resumen, un concierto divertido, rítmico, juvenil y agradable... sólo faltaron las Pepsis...

Este artículo lo transcribi tal y como aparece en la revista.

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